lunes, 28 de diciembre de 2015

Virgen del Valle Catamarca

Imagen de La Virgen del Valle como fue encontrada.

La aparición de la venerada imagen de la Inmaculada Concepción, Nuestra Señora del Valle, tuvo lugar entre 1618 y 1620 en una gruta de Choya, Departamento Capital de la provincia de Catamarca, en el noroeste argentino.
El pueblo de Choya al que se hace mención en los antiguos documentos estaba situado a 1 km del actual homónimo. Formaban la población de Choya españoles encomenderos y pueblos originarios en su gran mayoría cristianos. Vivían de la labranza y del pastoreo. Un originario de los encomendados al servicio de Don Manuel de Salazar, un día percibió voces. Eran indiecitas que caminaban recelosas, temiendo que alguien las sorprendiera. Llevaban lámparas y flores de la montaña. Como era de noche regresó a los ranchos de Choya. A la mañana siguiente regresó al paraje, y dio con las huellas y encontró un sendero que, se veía, era muy transitado. Caminó 5 km, remontando la quebrada cuando a unos 7 m de altura apareció un nicho de piedra bien disimulado. Al fin del nicho había rústicos asientos y restos de fogones, e incluso huellas de danzas. Trepó al nicho y al fondo encontró una imagen de la Virgen María. Era pequeñita, muy limpia, de rostro moreno y manos juntas. Después de varios meses y de estar seguro de su descubrimiento, le cuenta todo a su amo. Le dice que la veneraban, que estaba allí entre las piedras, que era morenita como los indios y que por eso la querían y que él también había aprendido a quererla.